
Nisa Arce, autora de narrativa romántica y LGTB. Madre todoterreno, devoralibros en general y amante de los cómics en particular. Muchos la conocéis por su trilogía Las reglas del juego (con spin-off y antología de relatos). Personalmente, fue mi primera lectura de BL nacional, pues pensaba que solo se escribían estas historias en el extranjero y me enganchó.
Una pareja de futbolistas (Las reglas del juego), un artesano de máscaras venecianas (Pierrot), un canario en Madrid (Doce campanadas) o un cantante al más puro estilo David Bowie (Berlín) son capaces de mostrarnos todo un universo de matices en el amor.
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—¿Cuándo descubriste que te gustaba el género BL?
Creo que todo empezó en el año 2000, cuando con 18 años recién cumplidos leí Lestat el vampiro, de Anne Rice. La relación entre Lestat (aún mortal) y su amigo Nicolas (entre líneas se puede leer perfectamente que no son precisamente solo amigos) me fascinó. Unos años después descubrí el manga yaoi en aquellas primeras publicaciones que llegaron a España (curiosamente, fue mi marido, por ese entonces novio) el que me dijo que le echara un vistazo al que se acabaría convirtiendo en una de mis obras preferidas, Zetsuai since 1989, de Minami Ozaki. Tuve un flechazo y supe que me fascinaban ese tipo de historias. Poco después empecé a escribir fanfiction BL, luego mis propias historias y a subirlas a Internet, a leer las de otros autores y… Bueno, aquí sigo, ja, ja, ja.
—Tu primera historia con dos chicos enamorados (no tienen que ser protagonistas), ¿cuál fue?
La primera, primera, primerísima, un fanfic (horrible) inspirado en el universo de Saint Seiya (Los caballeros del zodiaco). Mi primera obra original (es decir, con personajes míos propios) fue la novela Pierrot.
—¿Sentiste preocupación o algún tipo de miedo de ser juzgada por escribir BL?
Al principio publicaba con el pseudónimo Shaka porque me daba palo que se supiera que escribía este tipo de historias, pero luego me dije que no tenía nada por lo que avergonzarme o querer esconderme. Sentía que tenía muchas historias que contar, así que lo mejor era mostrarme al mundo como autora tal y como soy. Y a quien no le guste…, ¡que no me lea, así de sencillo!
—Dime un autor o autora que admires del género.
Hay muchísimas… Nut, Nayra Ginory, Hendelie, Neith, tú misma, Roser… Da gusto encontrar a tantas escritoras con tanto talento. Asimismo, me queda por leer obras de otros autores populares a los que todavía no me he acercado. Espero ir tachando poco a poco de la lista de pendientes.
—Sin duda, Las reglas del juego es uno de tus grandes éxitos internacionales, con muchas seguidoras latinoamericanas. ¿Cómo se te ocurrió unir fútbol y homoerótica?
Me gusta mucho el fútbol (aunque confieso que llevo un tiempo desconectada) y me había planteado en varias ocasiones por qué ningún futbolista profesional se declaraba abiertamente como persona LGTB, cómo sería el hermetismo en un mundillo tan homófobo y machista como ese. Así que decidí escribir una historia al respecto y casi diez años después sigue siendo la obra más popular entre todas las que he publicado (ante lo que solo puedo dar las gracias a los lectores por el apoyo y el cariño).
—Después salió Infinito, con Joan, y tienes más relatos sueltos de los personajes. ¿Te has quedado con ganas de contar alguna historia de uno de ellos?
Por el momento tengo varios proyectos en recámara para un par de años, pero no descarto en el futuro trabajar en una nueva saga centrada en la «nueva generación» (las personas que hayan leído el último relato, Tiempo de descuento, entenderán a qué me refiero), con el foco puesto esta vez en el mundo del fútbol profesional femenino.
—¿Crees que el género de la homoerótica o BL está en auge? ¿Por qué?
Creo que cada vez tiene más adeptos y se publican más obras. Es algo que me alegra muchísimo, porque cuando empecé éramos muy pocos los autores y muy limitados los medios para darse a conocer. Así que espero que esto continúe creciendo.
—Escenas que más te cuesta escribir y por qué.
Puede parecer una chorrada, pero mi lectora cero habitual suele dejarme muchas notas en las escenas en las que los personajes se trasladan de un lado a otro o planifican cómo hacerlo. Dice que me voy por las ramas, ja, ja, ja. Así que ahora, consciente o inconscientemente, cuando me toca escribir una escena de estas me pongo un poco paranoica.
—¿Autopublicado o editorial? Argumenta tu opción.
Veamos… He publicado con editoriales pequeñas y me he autopublicado. Así que a día de hoy, me inclino por la autopublicación. ¿Los motivos? Que puedes tener el control absoluto sobre tu obra y sacarle el mayor rendimiento económico posible, si bien tienes que hacer un trabajo de campo enorme (en redes sociales, en eventos, etc.). Además, hay que destinar parte de los beneficios a la publicación de nuevas obras (contratar portadistas, corrección, maquetación, etc., si fuera necesario).
Publicar con una editorial es cómodo porque la editorial se encarga de todo el proceso de edición, pero el porcentaje sobre los royalties que el autor recibe en España es muy pequeño (entre el 8 y el 12 % sobre el precio de venta del libro sin impuestos), y a no ser que tengas una campaña de marketing grande por parte de la editorial, vas a tener que trabajar también por tu cuenta en redes sociales y demás para que se venda, y no vas a recibir demasiados royalties a cambio.
En resumen: cada caso es un mundo, cada autor ha de estudiar qué le viene mejor a su obra y a sí mismo. En mi caso personal, tras casi doce años como escritora puedo afirmar que nunca me he sentido más cómoda que en el momento presente, autopublicándome. Pero esto no tiene que ser la mejor opción para otros, ni mucho menos.
—Hablemos de cifras: Qué libro te ha dado más alegrías económicas, el mes que más sacaste con él. ¿Da para vivir?
Los libros que más rendimiento económico me han dejado son los de la saga Las reglas del juego, y el mes en el que más rendimiento económico he sacado desde que me autopublico a través de Amazon fue julio del año pasado (2021), en el que recibí casi 700 euros de royalties (hasta ese momento, lo más que había ganado con mis libros había sido 600 euros en todo un año cuando publicaba con editorial, y porque uno de mis libros fue incluido en un plan de lectura en institutos por parte del gobierno de mi comunidad autónoma).
Sobre lo que planteas, sí, se puede vivir autopublicándote. ¿Es sencillo? No, no lo es, para nada. De hecho, yo aún no vivo de ello, pero aspiro a hacerlo. Autoras como Laura Sanz, Susana Herrero o Abril Camino lo han conseguido y han demostrado que es posible formarte una carrera como autora y ganarte la vida con ello sin tener que firmar con grandes editoriales. A cambio, hay cantidades ingentes de trabajo detrás, pero es un trabajo que nos apasiona, y el cariño y la entrega de los lectores hace que valga la pena.