¡Oh, no! Han pirateado mi novela, ¿qué hago?

Resignación. Es lo que sienten la mayoría de escritoras al saber que su obra ha sido pirateada. Inevitable, era de esperar, poco han tardado… Son expresiones que se escuchan en cuanto se publica una novela y, unas semanas después (incluso antes), salta un enlace con el archivo para descargar de forma ilegal el trabajo de horas y horas de ocio, tiempo personal, de investigación, escritura, revisión, corrección y cariño en encajarlo para lanzar el ebook. 

Tengo intención de escribir en otro post sobre lo que cuesta crear una novela autopublicada, más allá de la ilusión y tiempo invertido. Hablo de dinero que sale de tu bolsillo y esperas recuperar muy lentamente. Así, para haceros una idea rápida, mi novela Solo Quiero Devorarte me costó unos 500 euros (corrección, portada y algo de promoción). Sé que hay escritoras que invierten mucho más, yo fui a lo sencillo. Y todavía, dos años después, no he recuperado lo invertido. 

Así que descubrir que todo ese trabajo y esfuerzo termina en manos de gente que no paga ni un céntimo por disfrutarlo (cuando está a 2 simples euros en Amazon) duele. Duele un poco bastante. 

Entonces surge la duda: ¿Qué debo hacer?

Aproveché las redes para lanzar la pregunta y ver cómo habían actuado compañeras de profesión. Estas fueron sus respuestas.

«No hago nada. Ya me he cansado. Novela que subo a Amazon, novela pirateada. El que no quiere leer pagando jamás pagará»

Laura Barcali

«La verdad es que no denuncio. Luego vuelven a aparecer. Lo doy por imposible»

Verónica Cervilla

«Yo escribí una vez pidiendo que lo retiraran. No se disculparon ni nada, fue más un ‘ah, sí, claro, ahora mismo lo quitamos’. Igual lo volvieron a subir la semana siguiente. El tema es que no tenemos recursos para hacer frente a eso»

María de Sancha

«Yo paso olímpicamente. La gente que se la descarga pirata, no la iba a comprar de todas formas, así que para qué molestarse»

Ana Prego

Lo dicho: resignación.

Aun así, hacemos lo que está en nuestras manos por proteger nuestra obra y, si eres recién llegado al mundo escritoril y conservas la esperanza para salvaguardar a tu ‘pequeñín’, te traigo algunos consejos básicos. Aviso, esto no es una guía ni nada parecido, tan solo explico unos conceptos para que no suenen a chino y porque, a pesar de todo, seguimos peleando por evitar que pirateen nuestras novelas.

Según los datos de la Coalición de Creadores en su último Observatorio sobre la Piratería, la difusión ilegal de libros aumentó en 2019 más de un 10% respecto al año anterior, siendo este el producto cultural más difundido de forma ilícita por las redes. En números, suponen más de 5.200 millones de euros solo en España. Hablamos de afectados como editoriales, distribuidoras y autores. 7 de cada 10 libros pirateados son novedades.

¿Qué es piratear?

El Observatorio Mundial de Lucha contra la Piratería de la Unesco (WAPO) define ‘piratería on line’ como «la descarga o distribución ilícitas en Internet de copias no autorizadas de obras, tales como libros, películas, compo- siciones musicales, videojuegos y programas informáticos», que se puede llevar a cabo mediante redes de intercambio de archivos P2P, sitios web de descarga directa o streaming, foros en Internet o redes sociales (incluye WhatsApp y Telegram).

La piratería es un delito en España que puede conllevar multas, además de desde seis meses hasta cuatro años de cárcel. Sobre la efectividad de la justicia en este caso es mejor no hablar… así que centrémonos en cómo impedir que nuestros textos lleguen a lectores de forma ilícita y, en la medida de lo posible, ‘poner puertas al campo’.

Primero: ¡Registrar!

Antes que nada, tenemos que demostrar que lo nuestro es nuestro. Sí, el hecho de que aparezca tu nombre bajo el título de la novela es ya una prueba, pero lo mejor es cubrir todos los huecos posibles, así que toca registrar la novela.

El registro lo lleva a cabo cada comunidad autónoma. En Andalucía, por ejemplo, se puede hacer en la Consejería de Cultura o a través de Ninfa (online). La gestión cuesta unos 13 euros y es recomendable, si se hace presencial, pedir cita previa, llevar la novela impresa (¡numerada cada página!) y el DNI fotocopiado. Es común que la editoriales exijan que la novela esté registrada antes de firmar un contrato.

También están los registros gratuitos en línea, como Safe Creative o Creative Commons, aunque son más limitados.

Cedro: escritores unidos jamás serán ¿vencidos?

Después toca registrarse en el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO), la asociación sin ánimo de lucro de autores y editores de libros, revistas, periódicos y partituras, editadas en cualquier medio y soporte. Es una entidad autorizada por el Ministerio de Cultura de España.

Se encargan de defender y gestionar de forma colectiva los derechos de propiedad intelectual que se derivan de la utilización secundaria (reproducción, distribución, comunicación pública y transformación) de estas publicaciones. 

«Nuestra misión es representar y defender los legítimos intereses de autores y editores de libros y publicaciones periódicas, facilitando y promoviendo el uso legal de sus obras»

En su página web disponen de un canal de denuncia que en 2020 recibió 2.725 reclamaciones de piratería. Se han descubierto en el área hispanohablante unas 1.182 páginas web ‘engañosas’ y se han bloqueado 4.626 enlaces de difusión no autorizados de contenidos digitales, en su mayoría libros. 

Es decir, el sistema funciona.

San Google, el protector

Ahora toca encontrar esas páginas web ‘engañosas’. Aquí toda colaboración es poca. Seguidores, amigos o familiares, gente que por accidente o casualidad da con estas web o, incluso, se las sugieren, son clave para localizar los links que deben guardarse. 

También existe la opción de Google de crear alerta de tu propia novela, con Google Alert. De esta manera, si hay una web que usa el buscador para mencionar el título de la novela o el autor, te saltará por un mensaje y te mandará a la página pirata.

Luego toca denunciar. Y el propio Google ofrece una manera de hacerlo a través de un simple formulario

Hay que ser concreto en los huecos para rellenar. Es importante recordar que se denuncia una url específica, no un dominio. Habitualmente, Google puede tardar entre dos o cuatro día hábiles en responder a la denuncia. Si necesitan más datos, te escribirán un mail. 

Es iluso creer que los ladrones de internet desaparecerán o que desistirán de piratear tu obra, pero creo que eso no debe impedirnos seguir peleando por ella. Entiendo que es agotador y no siempre nos pillará con la energía para arrancar con los trámites para la denuncia. Sin embargo, son pasos que se deben seguir, son nuestros derechos, ganados a pulso y que hay que proteger.

Sé que cada novela es un mundo, y me gustaría conocer vuestra propia historia. ¿Os han pirateado? ¿Qué pasos habéis seguido? Contadme si hay más servicios o herramientas a las que podamos recurrir los escritores.

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